Estudio de la historia social de la moda, los textiles y el diseño. Centro de referencia y consulta permanente para diseñadores, estudiantes, investigadores y todos aquellos interesados.

martes, 1 de noviembre de 2016

Tiempos de cambio: 1789 - 1800

Revolución Francesa (1789 – 1795) y Directorio (1795 - 1804)

El estallido del conflicto político-social cambió por completo el orden estructurado de Francia como se la conocía hasta el momento, y, a su vez, afectó a otras naciones europeas. La monarquía absolutista, o Antiguo Régimen como pasó a ser llamado, había desaparecido y junto con él, sus principales representantes. A partir de esto, será la burguesía la protagonista principal de los cambios sociales que se verán reflejados en la vestimenta.
Tras la época denominada Régimen del Terror, en 1975 se establece el Directorio como forma de gobierno adoptada por la Primera República Francesa, que luego, en 1799 sería reemplazado por el Consulado.
El nuevo dictamen de hechos impone un estilo de textiles más sobrios y simples, dándole paso a los paños ingleses y a las telas naturales económicas como el algodón y la muselina. Se prohíbe el uso de la seda natural y los encajes en cualquiera de sus formas. Se eliminan los excesos en bordados y materiales en toda la vestimenta. Los colores son de un neto corte clásico, imponiéndose el blanco, crudo y el tono manteca o crema entre las mujeres. Y los colores neutros como el azul, verde oscuro, marrón y negro entre los hombres. Los únicos estampados son a rayas o pequeñas florcitas.
C. 1790

C. 1790

Sans Culotte
Con el Directorio llegó la nueva tendencia hacia los estilos clásicos de la antigüedad grecorromana. Gradualmente retornaron los lujos al uso cotidiano, siempre bajo esta impronta. Se abandona por completo todo tipo de armado de falda armada de formas artificiosas y ésta cae simple desde debajo del busto hasta el piso, copiando la línea de los trajes griegos. 
El nuevo estilo de vestido hizo que el corset se eliminara del uso cotidiano o bien cambiara su forma, y sobretodo su extensión, quedando sólo un pequeño corpiño armado que cubre el busto.
El vestido adquiere la forma que luego sería popularizada como corte Imperio: talle bajo el busto y falda tubular hasta el piso. Con la variante que la moda Directorio posee una mayor amplitud. Los cuellos y escotes son variados y las mangas se hacen ajustadas y largas hasta el puño o cortas acompañadas siempre por guantes.
            Se eliminó por completo todo artificio en al apariencia, cayendo en desuso las pelucas y la exageración en el maquillaje. La apariencia se inclina hacia un estilo absolutamente natural y los peinados copian las variantes romanas vistas en estatuas y esculturas. Se usan como adorno, vinchas o gorras simples, plumas y sombreros estilo bonete.
El calzado cambia radicalmente su forma y apariencia. Las mujeres abandonan todo tipo de zapato con taco, y adoptan las ballerinas con cintas como el estilo de sandalia romana.
Las medias ya no son de seda sino de algodón o muselina.      
Surgen los bolsitos de mano conocidos como ridículos o indispensables como necesidad por la nueva forma del vestido, para poder transportar distintos elementos. El Bonete o Capota es el estilo de sombrero que acompaña los nuevos peinados simples. Y será el que se utilizará durante todo el siglo XIX. En la zona del Río de la Plata (Buenos Aires – Montevideo) el adorno principal, bajo virreinato español, era la peineta, acompañada de mantilla.

Las piezas básicas de la indumentaria masculina se mantuvieron pero se quitaron todos los excesos de pasamanería, adornos y colores chillones correspondientes al antiguo régimen (la monarquía). De uno de los grupos revolucionarios surge la alternativa a los calzones a la rodilla; los Sans Culotte (traducción: sin calzones) adoptan el uso de pantalones al tobillo para diferenciarse de los pro-monárquicos. El punto medio se halló en los años que siguieron utilizando una variante de calzón largo por dentro de la caña de la bota.
El chaleco era corto y simple, de color neutro y la casaca fue cambiada por el FRAC: chaqueta ceñida con doble pechera que abotona al frente, con corte recto sobre la línea de la cintura y terminación en colas hacia atrás.
La camisa perdió los volados en puños y el jabot, dejando un simple cuello alto, y la corbata de lazo, de colores oscuros.
Los hombres abandonaron por completo el uso de maquillaje y llevaban el cabello corto con puntas desmechadas. Además de bigote y barba. Se dejan de usar los zapatos con taco y todo tipo de elementos decorativos. Se impone el uso de botas de caña alta en cuero marrón o negro, suela y taco plano cuadrado.


1790s  The Costume Institute,  Metropolitan Museum of Art


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