Originado
en Europa, por la rivalidad entre potencias imperialistas, se transformó en el
primero en cubrir más de la mitad del planeta. Fue en su momento el conflicto
más sangriento de la historia. El evento detonante fue el asesinato del
archiduque Franz Ferdinand, heredero del trono del Imperio Austrohúngaro, en
Sarajevo, el 28 de junio de 1914 a manos de un joven estudiante nacionalista.
La guerra cambió la vida de todos, ya que muy pocos no sufrieron el dolor de
alguna pérdida familiar o de afectos.
Los grandes cambios sociales fueron súbitos y una vez superado el conflicto fue imposible imaginar que las cosas volvieran a ser como antes. La mayoría de los hombres europeos entre 18 y 50 años y posteriormente, los americanos, se enlistaron en el ejército para combatir en los frentes, dejando libres sus puestos de trabajo, algunos de los cuales debieron ser ocupados por mujeres. Antes de la guerra, los intereses femeninos se concentraban en el hogar, pero la incursión en otras tareas, sumada a la causa sufragista, ampliaban repentinamente sus perspectivas. Terminada la guerra muchas se negaron a regresar a ser "amas de casa". Esta situación da pie a una demanda por prendas más ágiles y cómodas que se adaptaran a la nueva realidad y al ánimo predominante.
La imagen y silueta femenina comenzaría un camino de reformulación. Dándose en un principio modificaciones de largos de falda, materiales y adornos.
Los grandes cambios sociales fueron súbitos y una vez superado el conflicto fue imposible imaginar que las cosas volvieran a ser como antes. La mayoría de los hombres europeos entre 18 y 50 años y posteriormente, los americanos, se enlistaron en el ejército para combatir en los frentes, dejando libres sus puestos de trabajo, algunos de los cuales debieron ser ocupados por mujeres. Antes de la guerra, los intereses femeninos se concentraban en el hogar, pero la incursión en otras tareas, sumada a la causa sufragista, ampliaban repentinamente sus perspectivas. Terminada la guerra muchas se negaron a regresar a ser "amas de casa". Esta situación da pie a una demanda por prendas más ágiles y cómodas que se adaptaran a la nueva realidad y al ánimo predominante.
La imagen y silueta femenina comenzaría un camino de reformulación. Dándose en un principio modificaciones de largos de falda, materiales y adornos.
Como primera instancia, el largo de las faldas de los vestidos y
especialmente las que conformaban el traje
sastre, pieza esencial para el trabajo, adoptan una extensión menor.
Llegando hasta los tobillos, para facilitar el caminar y el movimiento. Además
se pierde la rigidez en la estructuración de la silueta.
Se
le quitan a las prendas todo tipo de exageraciones en los bordados y
decoración, dejando como elementos decorativos los botones y algunas cintas,
como guardas, o pequeños volados del mismo material que el traje. Los tonos son
apagados o neutros, prevaleciendo los verdes, azules, castaños y grises. Con la
Primera Guerra Mundial se impuso una vestimenta utilitaria.
Estados Unidos comenzó a trabajar en el desarrollo de algunas fibras
fabricadas para la industria bélica que modificaron el comercio textil y la
moda, como por ejemplo el rayón
(seda artificial). La tecnología comenzó a proporcionar tejidos económicos que
requerían pocos cuidados.
Este periodo también habilitó la puesta en práctica de las ideas de Chanel, dado que la sencillez se había convertido en el elemento esencial de la moda. Las mujeres preferían una existencia más activa. Infringidos los códigos de conducta y descartadas las prendas complejas y represivas, la nueva imagen se basa en una vida sana y el cuidado del cuerpo.
Este periodo también habilitó la puesta en práctica de las ideas de Chanel, dado que la sencillez se había convertido en el elemento esencial de la moda. Las mujeres preferían una existencia más activa. Infringidos los códigos de conducta y descartadas las prendas complejas y represivas, la nueva imagen se basa en una vida sana y el cuidado del cuerpo.
1915 McCall patterns |
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