Este estilo aparece en Francia a partir de
1720, en tiempos de Luis XV. Son características de este estilo, las
formas caprichosas y la gracia. Lo abigarrado no deja lugar a los espacios
libres de ornamentación. Reina la línea curva en S o en C para las siluetas y formas decoractivas.
Los
colores preferidos son los tonos pastel. Para
la decoración de ambientes, no sólo se tapizan sillas y sillones sino que se
pintan los muebles en tonalidades grises, rosadas y celestes. Los motivos
decorativos son florales y frutales, las cintas movidas, la inclusión de
lacas y escenas chinas, los instrumentos musicales, los animales exóticos como papagallos y monos.
La
arquitectura queda cubierta de decoración. Telas y papeles revisten los muros,
el gusto por la porcelana y los espejos se hace muy marcado. Los muebles
pequeños y los dedicados especialmente a la mujer (secreters) representan la
gracia y el refinamiento ( sugerimo sun paseo por las salas de baile y salón de Madame del Museo Nacional de Arte Decorativo en Buenos Aires para poder apreciar las estructuras estilisticas).
VESTIMENTA FEMENINA
Así
como el Renacimiento y el Barroco dieron, sucesivamente, majestuosidad y
volumen a la silueta, el Rococó le otorgó refinamiento y ornamentación al
traje.
La vida de las clases altas se desarrolla en los salones y jardines de los palacios.
La
silueta femenina será, una vez más, determinada por sus prendas interiores y
más particularmente por el armado de falda. Siguen utilizándose la camisa
interior y el corset como ropa interior para el torso. El armado de falda de la época es
conocido como Pannier (cesta, en francés), dado que su forma se asemeja a una
cesta o canasta. Consiste en una estructura de fleje metálico forrado que
extiende el ancho de las caderas a los lados, creando en cada lateral una
pequeña jaula que se sujeta a la cintura mediante una correa.
MATRIALES
Se usan telas de la India: seda chinée, seda
natural, algodón, muselina, brocados y terciopelos. Pieles, encajes y puntillas.
Estampados pintados a mano, bordados en hilos de oro y plata.
Las faldas se extienden sobre el mencionado armazón en
forma de cúpula que, paulatinamente, se aplana por delante y por detrás,
ganando en ancho.
El vestido tiene, generalmente, escote cuadrado
y la tela de la falda cae lisa sobre el armazón, sin recogidos ni abullonados.
El busto, comprimido y elevado por el corsé, se deja ver pródigamente en el escote, que
remata, usualmente, con encaje o un gran moño.
La falda que va por arriba, lleva su perímetro
terminado en rouches (pequeña pieza fruncida en forma de diminuto volado). Las
mangas llegan al codo y son estrechas y terminan en volados de encaje. El
calzado consiste en zapatos o chinelas de seda con tacos altos.
El Vestido de Corte, consistían de cuerpo y
falda armados por piezas que calzaban unas con otras y generalmente solían
coserse una vez colocados sobre el cuerpo. En este caso el pannier tenía la
mayor extensión. El escote predominante era el escote bote y las mangas ¾ con
volados.
La CONTOUCHE es una construcción similar al traje formal pero tiene un
tablón de tela que cae desde el escote trasero hasta el piso cubriendo toda la
espalada y la parte trasera de la falda.
C. 1765 |
Se impuso entre las mujeres el uso de pelucas
armadas con encañonados y bucles. O peinados recogidos con cabello empolvado.
Además de la utilización de gran cantidad de maquillaje blanco para aclarar la
tez y dando un toque rosado a las mejillas y labios, usan marcas de belleza,
entre estas prevalecían lo lunares pintados y realizados en terciopelo negro
circulares o con formas de media luna, corazones o tréboles.
El estilo de zapatos se mantuvo sin cambios,
salvo el taco que se hizo más alto, de 5 a 6cm y con forma curva, conocido como
taco Luis XV. Los accesorios más utilizados eran: abanicos, parasoles,
paraguas, guantes, joyería, hebillas.
VESTIMENTA MASCULINA
La
apariencia masculina mantiene la estructura del Habit a la française: calzones,
chaleco y casaca. Con ligeras variantes.
La camisa continúa igual que en el
Barroco, con amplias mangas largas adornadas con encajes y jabot. Los calzones
se hacen más ceñidos a las piernas, usando siempre por debajo las medias de
seda.
El
chaleco se acorta a la primera cadera y la casaca reduce el tamaño del faldón,
para darle paso a dos colas divididas. En ambos casos la prendedura es frontal
mediante una línea de botones y presillas muy elaboradas. Los puños disminuyen
su tamaño pero aún se adornan con gran cantidad de bordados.
Victoria&albert Museum C. 1760s |
Las
pelucas también ven reducido su tamaño y se peinan de forma agraciada en coleta
o trenza sobre la nuca, con encañonados en los laterales, sujetada con moño de
seda o terciopelo. Los hombres al igual que las mujeres enfatizan el tono
blanco en el rostro mediante maquillaje. Son muy utilizadas las marcas de
belleza y las cajas de rapé.
La delicada belleza del Rococó ha inspirado más de un vestido de novia o quinceañera. Los volados y encajes aportan una majestuosidad al traje que combinados con las sedas del la época daban una apariencia aristocrática muy especial. Detalle que se sigue recreando en diseño una y otra vez.
Chanel primavera - verano 2014-5 |
John Galliano para Dior |