La ciudad
cuna del gran imperio fue fundada en el 753 a.C., por los gemelos Rómulo y
Remo a orillas del Tíber. Creció y llegó a ser considerada superior a sus
vecinos a medida que se apoderaba de territorio en el periodo previo a la
república. Para el año 270 a.C., ya dominaba la península itálica y seguía su
expansión que alcanzó a tener 5000km (desde España a Turquía y del sur de Gran
Bretaña al norte de África).
La forma de
gobierno se dividió en Imperio y República. Tomó como base para su fundación
los principios filosóficos y de democracia griegos, y los elaboró hasta
ponerlos en práctica con el establecimiento del Senado para el control de los
asuntos de la sociedad.
Muchos de
los elementos romanos tuvieron su origen en Grecia, desde el politeísmo hasta
la estructuración de la vestimenta y apariencia. Se van agregando cambios y
elementos por medio de las conquistas de nuevos territorios y civilizaciones
que caen bajo dominio romano.
Se
distinguen dos tipos de vestimenta:
INDUMENTA:
prendas en las que se entra, es decir, que se colocan pasándolos por la cabeza.
AMICTUS:
prendas que envuelven al cuerpo.
VESTIMENTA
MASCULINA
La pieza
que distingue por excelencia a Roma es la TOGA. Usada por
todos los hombres libres, se convirtió en la pieza más emblemática de los
ciudadanos romanos, llegando a usarla incluso como mortaja y para cubrir el
lecho nupcial y en todos los acontecimientos importantes.
Ésta
consiste en una pieza de tela ovalada
o semicircular que se coloca envolviendo
al cuerpo, de gran extensión de material, y se sostiene mediante su propio
peso, sin requerir de otros elementos. Su color era básicamente blanco y tenía
una guarda de color, en distintos tonos de rojo, azul, negro o morado. Este
último, también conocido como púrpura, era el tinte de mayor linaje y valor
económico, debido a su difícil obtención y se destinaba principalmente para la
vestimenta del emperador.
Todas las
prendas se embellecían mediante bordados en hilos de oro. Y los textiles más
usados eran el lino, lana, algodón y la seda natural (una vez extendida la Ruta de la Seda) que se teñían de
variados colores.
CLASIFICACIÓN
DE LA TOGA
Toga
cándida: en lana blanca, usada por los candidatos a ocupar cargos o
magistraturas.
Toga pura o
virilis: usada por los adolescentes a partir de los 17 años, blanca para los
tribunos.
Toga fusa:
aquella que extendida, presentaba la forma de un círculo completo.
Toga
pretexta: blanca, con una banda de color púrpura en el borde. Reservada para
los magistrados y sacerdotes.
Toga
purpúrea: de color púrpura. Usada por los emperadores.
Toga picta:
bordada en púrpura y oro.
Toga
palmeada: bordada con palmetas. Usada, generalmente, por los pretores y
cónsules.
Toga pulla:
de color oscuro, se vestía por las mañanas y para el luto.
VESTIMENTA
FEMENINA
La prenda esencial para las mujeres
fue la STOLA. Prensa
envolvente y luego túnica que se colocaba sobre otra (llamada Intérula) que
cumplía la función de ropa interior. Se sostenía con dos cíngulos (cinturones),
uno que sujetaba bajo el busto y otro a la cadera. Como complemento, las
romanas llevaban chal (como las griegas), al igual que un manto largo de forma
rectangular, en todo momento del año, variando el tipo de textil según la
estación del año; por ejemplo, muselina para épocas cálidas y terciopelos o
lanas para invierno.
El calzado
para ambos (hombres y mujeres) eran las sandalias, o una variante de bota corta
cerrada, y borceguíes confeccionados con cuero y adornados con trabajos en
metales y bordados, tomados de los pueblos conquistados y del estilo utilizado
por los Etruscos (civilización conquistada por los romanos).
Los
peinados para hombres eran cortos con rulos y tomaban la barba como símbolo de
madurez y sabiduría. Para las mujeres los peinados eran muy elaborados:
trenzados, ondulados y con bucles, recogidos, adornados con cintas y velo.
Utilizaban
gran cantidad de elementos de joyería: collares, brazaletes, pulseras,
pendientes, anillos, y los hombres de alto rango, llevaban el anillo de sello,
al igual que los griegos, para autentificar documentos.Pero si hay que hacer mención a diseño, creatividad y Roma, nadie puso los tres parámetros sobre el cuerpo como el gran Valentino, y su colección Mirabilia Romae Primavera/Verano 2015.